El pasado mes de julio tuve un problema de logística y me quedó pendiente compartir en el blog el podcast de cada mes de mi visita a Cope. El cierre de curso, las vacaciones y mi despiste fueron entre otras las causas, pero nada que no se pueda remediar. Este mes toca podcast doble.
Desde que me metí en el mundo de internet (que me apasiona) y tener mi blog, no han dejado de decirme que tengo que ser muy disciplinada con las publicaciones, publicar regularmente y no fallar. Veo gran cantidad de profesionales que esto les supone una gran carga de trabajo y sobre todo una carga emocional.
Parece que cuando los grandes gurús de algo nos dicen cómo tenemos que hacer algo, si no lo cumplimos sufrimos enormemente.
Estoy de acuerdo que cuando la gente sigue tus publicaciones quiere conocer la regularidad de cuando escribes y más en el caso del que hablo ya que se trata de una masterclass en formato podcast que me consta que muchas personas la están siguiendo.
No suelo disgustarme ni dedicar apenas tiempo a preocuparme por si escribo o no en el blog o por si cumplo con el calendario editorial o no. Hasta el momento vivo con total anarquía este tema pero no por ello dejo de reconocer que no he actuado correctamente.
Con esto lo que me pide el cuerpo es disculparme porque me doy cuenta ahora al compartirlo, que podía al menos, haber anunciado el retraso hasta este mes de la siguiente publicación de esta estupenda masterclass que está gustando mucho y de la que estoy recibiendo muy buen feedback.
Te pido PERDÓN, a sabiendas que me lo vas a conceder porque el podcast de hoy es la caña. Y prometo no volver a dejar de compartirte cada mes mi visita a Cope o avisarte del retraso en el caso que suceda.
Por si no te acuerdas (puede ser normal, después de dos meses ;-)), estoy hablando de la Masterclass titulada «7 claves para gestionar tus emociones» y para ayudarte a reubicarte voy a hacer un repaso de todo lo que has visto en ella.
Con las anteriores perlas, cada podcast y cada artículo son perlas digitales ¿a que sí?:
- has descubierto la gran mentira sobre los problemas psicológicos fundamentales
- has devuelto la moto que te vendieron sobre la inteligencia
- has entendido como funciona la inteligencia emocional gracias a la metáfora «del barco velero»
- ya conoces los tres amarres que necesitamos para hacer cambios (conocimiento, habilidad y sobre todo actitud)
- has tirado a la basura las tres leyendas o mitos sobre las emociones
- te has rendido ante el poder de las emociones ya que estas no entienden de tiempo.
- y… fíjate ya donde estamos, estamos en la ansiada y esperada última perla titulada ¡arriar las velas!
¿Y qué vas a descubrir con esta clave? Vas a descubrir no sólo qué información te dan tus emociones, sino también qué te piden que hagas y algo muy importante, qué pasa si no las haces caso.
Y para ponerlo fácil he elegido una película de dibujos, la primera peli de inteligencia emocional “In side out”, en español “Del revés” de Pixar, ¿la conoces? ¿la has visto?
Está genial, me encantó como trataron el funcionamiento del sistema emocional, con la metáfora del cuadro de mandos. Como si tuviéramos un cuadro de mandos en la cabeza y cómo, dependiendo de lo más adecuado en cada situación, iban tomando el control del cuadro de mandos una emoción u otra.
Utilizaron principalmente las emociones básicas a falta de la sorpresa que no se trató en la película y por eso no hay personaje para esta emoción, pero sí para las demás.
Y utilizando estos personajes vamos a recorrer dos caminos, el primero, es el que escogeríamos si no tuviéramos inteligencia emocional. Esto significa que en muchos casos no percibiríamos nuestras emociones, por tanto no leeríamos su significado, es decir, de lo que vienen a informarnos. Esto haría que lleváramos a cabo una conducta limitante, que reforzaría en nosotros un contra-valor y lo peor, nos llevaría a meternos en una carga emocional que nos haría perder el rumbo.
Y también, con cada personaje, es decir con cada emoción vamos a recorrer el otro camino, el camino que elegimos si tenemos desarrollada nuestra inteligencia emocional. Este nos permite hacernos conscientes de nuestras emociones, nos ayuda a conocer en todo momento lo que está pasando, la información tan valiosa que nos traen. Y como la información es poder, ésta nos ayudará a saber qué conducta es la adecuada, por eso se denomina conducta constructiva, porque reforzará en nosotros un valor que nos hará que lleguemos a buen puerto.
Repito, con cada emoción vamos a recorrer dos caminos, uno sin inteligencia emocional y otro con inteligencia emocional para que veas a donde te lleva cada uno y puedas elegir a partir de hoy por cuál quieres ir ¿me he explicado bien?
Para ponerlo más fácil todavía, vamos a ir emoción a emoción, cada mes hablaremos de una emoción y recordaremos esta manera de abordarlas.
Hoy abordaremos la emoción del asco.
Bueno ¡qué difícil hablar de esta emoción, la del asco!…
Y en esta emoción, aunque me encanta el personaje también tengo que reconocerte que es la única emoción que en la peli para mi gusto no la han reflejado bien. La emoción del asco para mí también fue un gran descubrimiento y es una emoción que al igual que la tristeza, entenderla bien y saber gestionarla es vital para nuestra vida. Sobre todo para nuestras relaciones.
¿Y porque te digo que no la han reflejado bien en la peli? Pues porque han limitado la emoción del asco a lo referente a la comida o los gustos por la ropa o cosas por el estilo, que es lo que normalmente entendemos cuando hablamos del asco. Sin embargo también sentimos asco por las personas, es más casi te diría que el asco se presenta más por las personas que por la comid. Si, así es, hay personas que te van a dar asco.
Es más, ¿sabes qué personas son las que más asco te van a dar? Personas muy cercanas y muy queridas, como tus amigos, tus hermanos, tu pareja. ¡Hasta tus hijos te van a dar asco!, si, aunque no me creas es así.
El asco es una emoción que cuesta mucho entender en occidente, nos cuesta hasta pronunciarla. Nos da hasta cosa decir que algo o alguien nos da asco. Suena como feo ¿verdad?
Sin embargo, déjame decirte que esta emoción es la más importante en oriente, hay que aprender a gestionarla adecuadamente y te cuento porqué.
Fíjate el significado de la emoción del asco es “algo que atenta contra mis valores”, es decir hay algo o alguien que está atentando contra mis valores, y mis valores son aquellas cosas que son más importantes en mi vida.
Cuando yo no sé que significa esto, cuando yo no me permito sentir esta emoción porque no me gusta, porque no está bien vista o porque no la se identificar en mí, no voy a leer este significado. Lo que haré será como puedes ver en este camino sin inteligencia emocional, me engancharé o rechazaré a esa persona, a esa situación. Esto me lleva a reforzar el contra-valor de la intolerancia
Al reforzar el contra-valor de la intolerancia por no saber gestionar el asco, caeré en la carga emocional de la repugnancia de la que difícilmente saldré, me provocará dolor de estomago, úlcera, colón irritable o vete a saber que más cosas….
Sin embargo, cuando trabajo y desarrollo mi inteligencia emocional, aprendo a identificar esta emoción en mí y entiendo la información que me trae. Veo su significado, “hay algo que atenta contra mis valores, hay algo o alguien que está atentando contra cosas que son importantes para mí”. Y ¿qué voy a hacer? “asociación/disociación”, esto reforzará en mí el valor del respeto que me ayudará a superar esa emoción y recuperar mi equilibrio emocional.
¿Quieres un ejemplo? Seguro que estás diciendo que sí porque sólo con lo que te he contado no es suficiente para terminar de entender bien esta emoción. En el audio te explico con un ejemplo de mi vida personal, de algo que a mí me da asco y de cómo lo gestiono. Dale al play (tienes el reproductor en la esquina inferior izquierda de la foto de portada).
Y una vez que lo escuches, me encantaría saber y que me escribas en comentarios ¿qué cosas o personas a ti te dan asco?
Un abrazo,
Pilar