Hoy te traigo una nueva entrega de mis colaboraciones mensuales con Radio Cope, en esta ocasión para hablar de algo tan polémico y tan importante como el decir “no” cuando hay que decir “no”.
Los niños pasan por la llamada etapa del “no” en torno a los dos o tres años y es una etapa fundamental para reafirmarse como personas.
Cuando llegan a la adolescencia, los padres inculcamos a nuestros hijos la necesidad de que aprendan a decir “no” a tantas tentaciones que se les van a poner en su camino, pero sin embargo, por otro lado, comenzamos a contribuir junto con el resto de la sociedad, a que este adolescente comience a desarrollar un sentimiento de culpa cuando se niega a algo.
¿No estamos cayendo en la contradicción cuando le decimos a nuestro hijo que tiene que aprender a decir que no cuando nosotros mismos nos sentimos culpables al hacerlo? Y los motivos son en muchos casos los mismo: el miedo al rechazo o al ser considerados demasiado egoístas.
Un adolescente puede hacer algo que sabe que no está bien solo por agradar al grupo y no sentirse fuera del mismo. Pero nosotros, como adultos y supuestamente con más herramientas para defendernos, también hacemos en muchos casos cosas que no queremos hacer solo para agradar a quién nos lo pide y que no nos rechace o nos etiquete como “mal amigo”
Las consecuencias de decir Si con la boca y NO con el corazón
Cuando llevados por las presiones acabamos accediendo a cosas que no deseamos hacer estamos descuidando nuestra salud emocional. Y esto, al final pasa factura. Tú eres importante y eres el único responsable de tu salud emocional.
Estas son las tres claves para decir que “no” sin sentirse culpables:
1)¿Qué necesidades dejas de cuidar cuándo accedes a algo que no quieres hacer realmente?
Quizás por decir “Si” acabes renunciando a un valioso tiempo que tienes reservado para cuidarte, o simplemente, te sientas mal por estar haciendo algo que no deseas en absoluto o, incluso, que no encaja en tus valores. Si quieres decir que “No” siempre es por algo.
2)¿Sabe la otra persona que tú tienes esas necesidades?
Seguramente, la otra persona no sabe que tú tienes que renunciar a las cosas para decirle “Si” a su petición y por eso la realiza. Pero si realmente lo sabe ¿no sería él quién se comporta de manera egoísta al pedírtelo? Y si no lo sabe ¿no deberías de explicárselo? Y esto nos lleva al tercer punto.
3)¿Por qué no expresar el “Si” detrás del “No”?
Explícale a la otra persona por qué te niegas a lo que te pide. Le dices que “no” porque necesitas decirte “si” a necesidades que tienes y no debes desatender. Si la otra persona entiende por qué te niegas, no se sentirá rechazada ni tú te sentirás culpable.
¿Te gustaría conocer una experiencia personal en la que he aplicado estos tres pasos para decir “no” a una amiga muy querida? ¡Descúbrela en este audio!