“Creo que ha sido el dinero mejor gastado de mi vida”

Con estas palabras comienza el testimonio de Agustín Gámez sobre su experiencia en los cursos de Inteligencia Emocional del Programa Live it!

No nos parece una afirmación al azar, el dinero es evidentemente importante para todos nosotros y una de las cuestiones que ponemos en la balanza a la hora de realizar este curso o de acometer cualquier otro gasto.

Cuando alguien afirma que el dinero ha sido bien gastado nos está diciendo que a cambio de lo que ha pagado, ha recibido algo que considera mucho más útil y que realmente siente que le ha ayudado.

El caso de Agustín Gámez se repite en cientos de personas en la sociedad actual. Recibimos muchas presiones en el día a día y estas pueden llegar a desbordarnos.

Mientras que un cierto nivel de presión puede ser percibido por el cerebro como un estímulo para salir adelante, si este es demasiado alto y se prolonga en el tiempo, acaba suponiendo un serio problema  para la persona.

“No estaba al cien por cien ni en mi vida laboral ni en la personal”

Es lo que se conoce como estrés y este estrés acaba afectando no solo a la vida laboral de la persona, también a la vida personal e incluso a la salud. Agustín comenta en su vídeo que prácticamente no dormía por la presión que sentía y lógicamente eso repercutía en su día a día.

“Empecé con los cursos y la vida me empezó a cambiar”

No se trata de que los cursos sean milagrosos o puedan ofrecer algún tipo de solución mágica. Pero si ofrecen las herramientas para que cada uno aprenda a gestionar sus emociones y la manera en que enfoca su vida.

Los cambios que se produzcan a partir de este momento son fruto del esfuerzo personal de cada uno, del trabajo que se produce en el interior de cada mente, aprendiendo qué es lo que de verdad interesa y qué se debe de anular o dejar atrás al final del día.

Por último es interesante destacar la reflexión final que hace Agustín y pensar un poco sobre esto:

“no os conocéis realmente, aunque creáis que sí”

Dale al play y escucha este testimonio que no tiene desperdicio.