“Ahora tengo más herramientas y en mi caso las he empleado en resolver cosas que tenía pendientes”

Uno de esos asuntos pendientes de Virginia era la relación que mantenía con sus padres la cual, según ella misma reconoce, no era tan buena como le habría gustado. Ahora, gracias a lo que ha descubierto, Virginia siente que está aprendiendo a comprender mejor a sus padres y que eso le ayuda a establecer una mejor relación.

También aprendió a ser una persona más tolerante, algo que sin duda le facilitó la relación con los demás, pero también consigo misma. ¿Nunca has sentido que eres más tolerante o permisivo con los demás de lo que eres contigo mismo? A veces, nos exigimos unos niveles de perfección que jamás pediríamos a los otros. Somos exigentes en exceso con nosotros y no nos perdonamos los fallos, lo que nos impide ser felices.

“No me ha dado un vuelco la vida, pero ahora sí que tengo un montón de herramientas a mano para gestionarme a mí misma”

¡Qué razón tiene Virginia! No se trata de milagros o de cambios radicales en la vida. Tras realizar un curso de Inteligencia Emocional, la mayoría de las personas lo que sienten es que están preparadas para comenzar a realizar cambios. Algunos más importantes, otros más pequeños pero, todos ellos, muy significativos.

Un rascacielos se comienza igual que una pequeña casa, con los cimientos adecuados, con un primer bloque de cemento o pieza de ladrillo. Y es el trabajo diario lo que hace que la construcción acabe siendo majestuosa. Algo similar es lo que sucede en nuestra mente y en nuestra forma de ver la vida. Siempre hay un primer paso.

“Todos somos muy diferentes, pero al final todos cojeamos de cosas muy parecidas”

Otra interesante reflexión de Virginia. Todos somos seres humanos y nos mueven cosas tan primarias como las emociones. Aunque nuestras personalidades sean diferentes y nuestra manera de expresarnos varíe, hay puntos en común que nos unen y nos ayudan a entendernos mejor si somos capaces de verlos.

“No es un proceso fácil, es un proceso en el que hay que currar”

Claro que sí, Virginia, pero como bien dices, vale la pena trabajar para el desarrollo de nuestra  Inteligencia Emocional porque eso acabará repercutiendo en una vida más positiva y mucho más equilibrada que ayudará a que seamos un poco más felices.

Esta es la razón de existir del Programa Live it!, darte la oportunidad de hacerlo conmigo. Ya están publicadas las nuevas fechas para la próxima promoción que empieza en Octubre. Nuevo curso, nuevo crecimiento.

Y si ya lo has hecho, ¿cómo te ha ido? Deseando conocer tu experiencia.

Un abrazo,

Pilar